La industria alimentaria avanza cada día para ofrecer al consumidor productos que se adapten a las necesidades de los consumidores. Dada que la frecuencia de intolerancia a la lactosa y las alergia a la proteína de la leche está en aumento en nuestra sociedad, la investigación en el campo de los productos lácteos no para de crecer.
¿Cómo podemos diferenciarlas?
La lactosa es un azúcar compuesto por la unión de la glucosa y galactosa. Si el intestino carece de la enzima “lactasa” capaz de romper esta unión, el azúcar se acumulará y generará malestar como de hinchazón, dolor abdominal, gases, entre otros. Para solucionarlo, la industria ha creado productos con lactasa añadida capaz de pre digerir la lactosa.
En cambio, la alergia a la proteína de la leche de vaca (PLV) radica en la reacción desmesurada del Sistema Inmunitario ante la presencia de proteínas de la leche. La reacción alérgica puede provocar síntomas a nivel de la piel, respiratorios, digestivos o incluso un shock anafiláctico.
¿Qué pueden y qué no pueden consumir?
Una persona con intolerancia a la lactosa deberá evitar los productos lácteos con lactosa, así como revisar las etiquetas en busca de trazas de lactosa. No obstante, existen grados de tolerancia, por lo que puede haber margen para consumir algunos productos lácteos con menor contenido en lactosa como yogures o quesos curados.
Por el contrario, un alérgico a la proteína de leche de vaca deberá evitar todos los productos lácteos y cerciorase que los productos procesados no contengan leche o derivados. Es importante recalcar que una persona con alergia a la proteína de leche de vaca no podrá consumir lácteos, aunque estos no contengan lactosa.
Una equivocación en cocina, puede llegar a ser muy grave
Tener presente las diferencias entre una y otra serán claves para no cometer errores que puedan llegar a ser muy graves. Ha habido casos en los que se ha llegado a ofrecer un yogur sin lactosa a un alérgico a la PLV. Hay que recordar, que un alérgico a la PLV, deberá eliminar por completo cualquier producto lácteo y sustituirlo por un yogur de base vegetal u ofrecer otro tipo de alimento como una fruta.
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